La cabalgata partió de los Molles, ubicado en la precordillera a al sur de la provincia de Mendoza, fueron 5 días en el lomo de caballos y mulas pasando por el Paso Santa Helena, en una experiencia inédita relataba el jinete de san Javier.

«estoy muy feliz con el corazón desbordado, fue una experiencia única, es un sueño que siempre tuve y gracias a Dios ahora con mis 68 años pude cumplir, y quiero volver si Dios me regala salud para llevar a mi Nieto.» dijo Romero.
Romero comentaba sobre las dificultades y el cansancio de las horas ininterrumpidas de cabalgata; «hay dolores de todo tipo por las rocas y las subidas/bajadas constantes; hay vértigo porque mirás al costado y siempre estás a punto de caer; hay apunamiento por la falta de oxígeno. Y te pones a pensar con orgullo: por acá pasó un loco con más de 5000 tipos con el objetivo de liberar mi Patria… y sin camperas térmicas, sin guantes, sin arrieros, sin nada más que el amor a nuestra tierra.»
El jinete comento que cada tanto, había que ajustar las monturas, revisar que no se suelte nada, chequear que todo esté bien; el riesgo era caer y morir. «Creo que ninguno de nosotros se va a olvidar jamás de esa experiencia» dijo Romero.