Sigue sin ser posible ingresar a Brasil por las fronteras terrestres, salvo para aquellos que habitan en ciudades limítrofes y quieran visitar a sus pares del otro lado de la frontera. Ir más allá sigue siendo motivo de multas. Por ahora, a las playas, solo se podría ir en avión desde Buenos Aires o Córdoba.

El motivo del impedimento está contenido en la ordenanza número 658 del gobierno federal de Brasil que entró en vigencia el pasado 5 de octubre, a los pocos días de la apertura del puente Tancredo Neves que comunica Puerto Iguazu con Foz do Iguazu. Esa reglamentación oficial “prohíbe el ingreso al país -es decir a Brasil-  de extranjeros, de cualquier nacionalidad, por carreteras o cualquier otro medio terrestre”.