En una ceremonia trascendental celebrada en la emblemática Casa Histórica de Tucumán, el presidente Javier Milei encabezó la firma del Pacto de Mayo junto a 18 gobernadores de distintos signos políticos. Este evento marcó un hito en la política argentina, con Milei declarando que representa un cambio de época crucial para el país, enfrentando problemas de “magnitudes bíblicas” que exigen acuerdos y reformas profundas.

La fría  noche tucumana fue testigo de un acto cargado de simbolismo y determinación. Más de doscientos líderes políticos, entre ellos ex presidentes, legisladores y funcionarios del gabinete, se reunieron para respaldar los diez puntos fundamentales del Pacto de Mayo. Este documento incluye principios como la inviolabilidad de la propiedad privada, el equilibrio fiscal, la reducción del gasto público, una reforma educativa integral, cambios en el sistema impositivo y la discusión sobre la coparticipación federal, entre otros aspectos clave para la transformación nacional.

Desde el histórico escenario, Milei no escatimó críticas hacia los ausentes, argumentando que intentan sabotear su gobierno y conspiran para su fracaso. Aunque lamentó la falta de participación de algunas figuras destacadas del espectro político y sindical, extendió una invitación abierta a todos aquellos dispuestos a contribuir constructivamente, independientemente de su afiliación partidaria o ideológica.

En su discurso, Milei destacó la importancia de aprender de la historia nacional, comparando este pacto con la Convención Constituyente de 1853, que sentó las bases de la Constitución argentina actual. Subrayó que momentos de crisis como el actual son oportunidades para unir esfuerzos en pos de un nuevo orden que revitalice al país y lo proyecte nuevamente como una nación de referencia global.

Uno de los aspectos centrales abordados por el presidente fue la urgente necesidad de reformar el sistema educativo argentino. Reconoció la crisis educativa existente, donde una gran proporción de estudiantes no alcanza niveles adecuados de alfabetización y comprensión lectora. Propuso una educación inicial, primaria y secundaria moderna y útil, que prepare a los jóvenes para enfrentar los desafíos del siglo XXI y reviva la tradición educativa de Argentina como pionera en la eliminación del analfabetismo.

El evento no estuvo exento de ausencias significativas, incluyendo figuras clave del espectro político, sindical y académico. Sin embargo, contó con la presencia sorpresiva de líderes provinciales como Gerardo Zamora de Santiago del Estero, señalando un posible cambio en la dinámica política regional hacia un mayor diálogo y cooperación.

El discurso de Milei, transmitido por cadena nacional, resonó con un llamado a dejar atrás las disputas y concentrarse en construir un futuro más próspero y estable para todos los argentinos. Afirmó su compromiso con políticas que buscan recuperar el equilibrio fiscal, combatir la inflación de manera efectiva y promover un entorno favorable para la inversión y el desarrollo económico sostenible.

En conclusión, el Pacto de Mayo representa un momento crucial en la historia contemporánea de Argentina, donde la unidad de los líderes provinciales en torno a un proyecto de transformación nacional abre nuevas posibilidades para superar desafíos históricos y sentar las bases de un futuro más prometedor. Javier Milei, con su visión y determinación, aspira a escribir un nuevo capítulo de grandeza para la nación, invitando a todos los sectores a sumarse a este proceso de renovación y cambio.