La mujer de 64 años se presentó en la oficina de Oberá, Misiones, pero no tenía dinero como para completar los últimos trámites. Todo terminó bien.
Una historia muy emotiva se vivió en las oficinas de la ANSES en Oberá, Misiones, hace pocos días. Agripina Benítez, una mujer de 64 años, tuvo una de las mañanas más inolvidables de su vida.
La señora, oriunda de un pasaje a poco más de 20 kilómetros de Oberá, fue a la ANSES para cobrar su primera jubilación. Pero cuando llegó al lugar le notificaron que los trámites no estaba resueltos y que toda la operación -que había comenzado hacía meses- estaba a punto de caer. Lo que le faltaba era hacer un depósito de 448 pesos, correspondiente a la primera cuota de la moratoria.
Hace tiempo Agripina le había dado el dinero a su hijo, que nunca efectuó el pago. Triste porque ni siquiera tenía plata para volver a su pueblo, se puso a llorar. No fue un llanto de escándalo, sino más bien de desilusión.
Pero los empleados de esa oficina, como informa el sitio Campovieraweb, vieron sus lágrimas y decidieron que Agripina no se podía ir de esa manera. Entre todos juntaron el dinero que hacía falta, fueron al banco más cercano y pagaron la cuota, por lo que el trámite de la jubilación se terminó con éxito. A partir de ahora. la señora Agripina cobrará poco más de nueve mil pesos todos los meses.