Se están lanzando al espacio un gran número de estos artefactos. En total serán más de 12.000 satélites que operarán en una órbita baja, entre 328 y 580 kilómetros por encima de la Tierra, lo que permitirá una mejor conexión y servicio. Aunque en octubre del año pasado, la firma de Musk solicitó permiso para lanzar otros 30.000 satélites, según la web de noticias SpaceNews.
Durante décadas, las empresas han querido transmitir internet barato y de alta velocidad a los consumidores desde el espacio, SpaceX, la compañía de Elon Musk, está empeñada en conquistar el espacio, cubriendo la tierra de una malla de satélites. Ese es el objetivo de la misión Starlink que quiere llevar Internet a cada rincón del planeta, un ambicioso objetivo para el que necesitan más de 42.000 satélites.
La comunidad científica se queja de los problemas que puedan acarrear para realizar sus observaciones
En mayo del año pasado la compañía de transporte aeroespacial puso en órbita los primeros 60 satélites. Desde este primer lanzamiento para la red Starlink, científicos de todo el planeta han expresado su preocupación sobre las posibles interferencias en sus observaciones.
Quienes estuvieron pendientes del cielo tras ese primer despegue notaron que los pequeños satélites eran muy brillantes , incluso más que un satélite promedio. “Pronto no nos molestarán las farolas para ver las estrellas, sino la basura espacial”, escribía en su momento en Twitter Alejandro Sánchez, astrofísico de la Universidad de Exeter, al frente del proyecto Cities at Night.
Los radioastrónomos también están preocupados, pues prevén posibles interferencias en las antenas de radio debidas a la red Starlink, ya que cada uno de los minisatélites emitirá señales de radio para comunicarse con la Tierra.
También la Unión Astronómica Internacional (UAI) lanzó una nueva advertencia sobre el impacto potencial de las megaconstelaciones de satélites en la astronomía. “El progreso tecnológico solo es posible gracias a los avances en paralelo del conocimiento científico. Los satélites no funcionarían ni se comunicarían adecuadamente sin las contribuciones esenciales de la astronomía y la física. Es de interés para todos preservar y apoyar el progreso de la ciencia”, subrayó la UAI.
Musk y SpaceX han sido receptivos a las quejas y han dicho que buscarán reducir el brillo de los satélites. El mes pasado, la compañía lanzó un artefacto experimental pintado con un recubrimiento negro para que refleje menos la luz. Si esta prueba sale bien, las futuras versiones de los satélites podrían estar recubiertas con el mismo material.
