«Tengo una posición personal, que fue clara y pública. Estoy en contra de la despenalización. Si la ley no se vota hoy, mañana voy a estar más aliviada». Con esa frase y minutos antes del inicio del debate del aborto en el Senado, María Eugenia Vidalvolvió a rechazar el proyecto de ley aprobado en Diputados.
La Gobernadora de la provincia de Buenos Aires, que hace aproximadamente un mes se fotografió con un joven con un pañuelo celeste en señal de apoyo a los que están en contra de la despenalización, analizó las fallas que tiene el proyecto dentro del sistema de salud y consideró que implementarlo generaría «dificultades».
«La ley que se planteo tenía dificultades de implementación que impactan en el sector público», dijo la mandataria bonaerense a radio Mitre. «Como gobernadora me puse a trabajar para ver cómo se podía implementar en la provincia. Hay cuestiones que no se han trabajado y que le van a plantear al estado dificultades», analizó Vidal, y agregó: «En términos de recursos es imposible saber cuánto le va a costar a la provincia de Buenos Aires, no se sabe con exactitud la cantidad de abortos clandestinos que hay».
En ese marco, admitió que mientras se prevé la autorización de miles de abortos por mes, en su distrito las cirugías programadas aún tienen demoras. «Hoy esa cirugía que se pide como un derecho compite con la cardiopatía y con otras. Entraríamos en una mora legal y ahí hay una cuestión muy compleja de la ley», planteó a mandataria, que a pesar de las demoras y su rechazo a la ley, anunció que si la norma entra en vigencia será implementada en la Provincia.
En la misma entrevista, la gobernadora bonaerense fue consultada por los casos de embarazos deseados en las menores, fundamentalmente en los barrios más pobres del conurbano. «Me preocupa el embarazo adolescente deseado, chicas de 13 o 14 años que quieren tener un hijo porque no tienen otro proyecto de vida, porque sienten que tener un hijo es lo único que pueden tener», consideró. (fuente Ámbito.com)