El primer paso
Alrededor de la una de la mañana del 24 de marzo de 1976, Jorge Rafael Videla (Ejército), Emilio Eduardo Massera (Armada) y Orlando Ramón Agosti (Fuerza Aérea) derrocaron a la presidenta María Estela Martínez de Perón. Dos horas más tarde, a las 3.21 exactamente, se transmitió por cadena nacional el comunicado Nº 1 en el que se informaba a la población que «el país se encuentra bajo el control operacional de la Junta de Comandantes Generales de las Fuerzas Armadas». Las consecuencias de su funesto accionar -30.000 desaparecidos, torturas, bebés apropiados, cuerpos arrojados al río- perduran hasta el presente y continuarán hasta que cada genocida y cada cómplice civil sea juzgado.
Luz en la oscuridad más profunda
El 30 de abril de 1977 un grupo de mujeres, encabezado por Azucena Villaflor de Vicenti, se presento en la Casa Rosada para preguntarle al genocida Videla dónde estaban sus hijos secuestrados, después del inútil peregrinar por ministerios, iglesias, comisarias y juzgados. Era el germen de las Madres de Plaza de Mayo, y su conmovedora historia de lucha. Comenzó con cada una en forma individual, pero se fortaleció y se expandió desde lo colectivo. Poco después comenzaron las rondas de los jueves. En diciembre de ese año, en un intento de debilitarlas, la dictadura secuestró a tres integrantes de Madres: Azucena Villaflor, Esther Ballestrino de Careaga y María Ponce de Bianco. Ellas siguieron adelante.
Fútbol Horror Show
Hay una imagen que podrian resumir la contradicción que significó la organización del Mundial de Fútbol de 1978 en Argentina a manos de la dictadura, mientras a pocas cuadras del estadio de River -donde jugaron el partido inicial y la final- se secuestraba y torturaba a los detenidos desaparecidos en la ESMA (actualmente Espacio Memoria). Se trata de la foto en la que Jorge Rafael Videla grita desaforado un gol ante Holanda en el partido que consagró a la selección nacional. Una farsa con tintes trágicos, que buscaba acallar las voces que empezaban a denunciar lo que ocurría en el país.
La comisión le saca la máscara
«˜Los argentinos somos derechos y humanos»™, rezaba el slogan que difundió la Junta Militar en vísperas del arribo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), alertada por las denuncias sobre desaparición y torturas realizadas en el exterior. «Campaña antiargentina», clamaba la dictadura, pero el informe final de la Comisión comenzaba a dejar al descubierto el horror: «La Comisión ha llegado a la conclusión de que, por acción de las autoridades públicas y sus agentes, en la República Argentina se cometieron durante el período a que se contrae este informe 1975 a 1979 numerosas y graves violaciones a los derechos humanos».
El crack económico
La matriz del plan económico instrumentado por José Alfredo Martínez de Hoz -denunciada por Rodolfo Walsh en «Carta Abierta de un escritor a la Junta Militar» de 1977- hizo eclosión en 1980. Luego de las famosas «tablitas», que dieron lugar a la «plata dulce» y la «bicicleta financiera», se produjo la quiebra del Banco de Intercambio Regional (BIR), seguido por el cierre de una treintena de entidades financieras. Prólogo del neoliberalismo, durante la dictadura se beneficiaron sectores concentrados del grupo industrial, financiero y agroexportador, en perjuicio de los trabajadores y las empresas nacionales.
El recambio hacia Viola y Galtieri
El 9 de diciembre de 1981 las Madres de Plaza de Mayo organizaron la primera Marcha de la Resistencia. Según cuentan las Madres la marcha comenzó por la tarde, pero cuando se hizo de noche «quedamos apenas 70 madres, rodeadas de cientos de milicos». Sin embargo resistieron y así inauguraron un espacio de lucha que dura hasta el presente. Ese año también se produjeron cambios en la Junta. En marzo asume la presidencia Roberto Eduardo Viola, aunque pocos meses después -en diciembre- es reemplazado por Leopoldo Fortunato Galtieri. Además la Multipartidaria da a conocer su primer documento público reclamando el retorno al estado de derecho.
Malvinas, el peor adiós
Antes de palidecer definitivamente, el gobierno militar ahora encabezado por Galtieri buscó un golpe de efecto que le otorgara más tiempo en el poder. Se optó por invadir -el 2 de abril- las Islas Malvinas, lo que derivó en una estéril guerra con Gran Bretaña. A nueve días de iniciado el conflicto bélico, una multitud se concentró en Plaza de Mayo en apoyo a la guerra. Una batalla desigual dejó el triste saldo de 649 soldados argentinos muertos. Poco después de la rendición hubo una masiva protesta contra la Junta Militar en Plaza de Mayo, que motivó otro cambio en la cúpula: Reynaldo Bignone asumió la presidencia el 1º de julio y levantó la veda política.
El valor de los números
119 nietos recuperados
45.000 millones de dólares, la deuda externa en 1983
500 bebés apropiados durante la dictadura
364 centros clandestinos de detención
662 represores condenados por crímenes de lesa humanidad desde 2006
39 años desde la primera marcha de las Madres de Plaza de Mayo
14 juicios por crímenes de lesa humanidad en curso
3.475 días sin Julio López
925 procesados en causas que aguardan sentencia
30.000 detenidos desaparecidos
Crónica