Julio fue a la Comisaría y comentó a los Policías de guardia que había pasado mucho frío en la noche «entra viento por las rendijas y no puedo arreglar»
Con esas pocas pero importantes palabras hizo que los uniformados se pusieran manos a la obra, buscaron sobrantes de madera en dos aserraderos de la localidad y fueron a la vivienda de Julio, un vecino de la zona rural.
La humilde morada recibió la reparación y colocación de ventanas, tapa juntas en las paredes, cambio de tablas del piso y reparación de la cubierta de techo; todo con el fin de que Julio pase mejor este invierno.