En una muestra de unidad y determinación, más de 300 docentes provenientes de diversas localidades se congregaron este lunes 6 de mayo para llevar a cabo una asamblea en la plaza central de San Javier. La jornada comenzó con una marcha desde la rotonda de San Javier, recorriendo la avenida 25 de mayo y Roque Gonzáles, demostrando el compromiso y la fuerza de la comunidad educativa.
La asamblea, presidida por un moderador y un secretario elegidos por consenso, se caracterizó por un intercambio franco y enérgico de ideas. El docente y diputado Cristian Castro destacó la importancia de recopilar informes de situación de todas las escuelas, evidenciando la respuesta del Consejo en un intento por desalentar la protesta, tachándola de ilegal y amenazando con denuncias por acoso.
En un giro emocional, la moderadora Norma Ruloff instó a los docentes a ser conscientes de su papel como pilares fundamentales de la sociedad, enfrentándose a desafíos que van más allá del aula. Las palabras de la docente Karina Mayeski resonaron profundamente al denunciar la violencia psicológica que enfrentan, mientras que la profesora Patricia Torres resumió la disertación con la contundente frase: «Somos Docentes abatidos emocionalmente».
El apoyo institucional no se hizo esperar, con la directora Elsa Carballo anunciando la adhesión de los directivos a las formas de protesta y la redacción conjunta de un documento que refleje las demandas de la comunidad educativa. La asamblea culminó con la decisión de continuar la lucha mediante un paro y una marcha nocturna, así como diversas actividades propuestas por los docentes para mantener la presión sobre las autoridades.
En un acto de solidaridad y determinación, los docentes demostraron que están dispuestos a defender sus derechos y los de sus alumnos, destacando que mientras haya un guardapolvo blanco, la lucha continuará. La próxima asamblea está programada para el martes 7 de mayo, prometiendo ser otro hito en la lucha por una educación digna y justa.