La posibilidad de que el conflicto por el Fondo del Conurbano se resuelva políticamente y no a partir de un fallo de la Corte Suprema fue bien recibido por todos.
María Eugenia Vidal se mostró dispuesta a retirar la demanda que analiza el máximo tribunal y aceptar una compensación, menor a la que reclama, de parte del gobierno nacional.
En la práctica se eliminaría por ley el tope al Fondo del Conurbano, se firmaría un nuevo acuerdo y el año que viene Buenos Aires recibiría 19.000 millones de pesos (reclama unos $ 50.000). Además se acordaría un mecanismo de actualización períódica para ese monto.
Las provincias, por su parte, recuperarían los recursos que dejarían de percibir por el cambio en la ley a través de un fondo nacional.
«Escuchamos los marcos del acuerdo. Seguramente durante esta semana se verá la letra fina. Nos pasaron un borrador que tendrá que analizar nuestro ministro de Economía, pero la dirección global me parece que es la correcta», evaluó el cordobés Juan Schiaretti a la salida de la reunión.
Entre los gobernadores cayó bien que Macri se comprometiera a dar marcha atrás con los impuestos internos a ecomomías regionales como el vino en San Juan, Mendoza y Salta, la tecnología en Tierra del Fuego y el azúcar en Tucumán.
Intencionalmente, el Presidente hizo el anuncio no bien empezó la cumbre, poco después del mediodía. Las buenas noticias calmaron el ánimo de varios gobernadores.
Más allá de las buenas señales, los jefes provinciales esperan precisiones. Quieren ver la letra chica del posible acuerdo por el Fondo del Conurbano y asegurarse de que no perderán plata.
También aguardan los detalles de la reforma tributaria. En particular, de la eliminación de ingresos brutos y del inpuesto a los sellos. Macri les aseguró que ese proceso será gradual y contemplará las particularidades de cada distrito.
El jueves de la semana que viene ya está marcado en la agenda de todos los gobernadores. Volverán a la Casa Rosada con una respuesta a las propuestas que escucharon hoy. (La Nacion)