Distintos juzgados investigan patrones similares en el accionar de un violador que atacó a tres estudiantes universitarias en Posadas. Una de ellas, Lucía Maidana, asesinada el 6 de abril del 2013. Los otros dos casos, fueron denunciados este año.
Todas sus víctimas son estudiantes universitarias de entre 19 y 23 años, tienen perfiles similares, los ataques fueron cercanos unos de otros, el modus operandi es idéntico en todos los casos.
En las últimas horas la justicia local pudo confirmar el ADN y está detrás de un violador serial en Posadas.
Hechos que conmocionaron a la sociedad como la violación y posterior crimen de Lucía Maidana el 6 de abril del año 2013, y el de otras dos jóvenes estudiantes que vivían a pocas cuadras de diferencia en el centro de la ciudad, (un hecho denunciado en 2013 y otro en 2016) tienen ahora además de características coincidentes, la confirmación de un ADN que permite establecer que se trata la misma persona, y lo que es más grave aún, que sigue en libertad.
La información que se dio a conocer anoche en el programa El Periodista de Canal 12, refiere puntualmente a tres víctimas, una de ellas Lucía Maidana. La víctima identificada como número 2, fue la única que pudo hacer la descripción del sujeto, 1,70 de estatura, tez trigeña, cabello ondulado, herida cortante en la mano que sangraba al momento del hecho.
En todos los casos, el agresor sexual golpeó en la cabeza del lado derecho a las jóvenes con un objeto contundente para neutralizarlas.
Sin embargo, hay elementos nuevos en su accionar como amenazas para que la chica, víctimas número 3, no cuente lo ocurrido, y una filmación del abuso.
La víctima número 1 es Lucía Maidana, era estudiante de Comunicación Social oriunda de Capioví, residía en el barrio El Palomar. La víctima número 2 es estudiante de Biología oriunda de Colonia Liebig, fue atacada en el inquilinato de calles Junín y Catamarca, mientras que la víctima número 3 es estudiante de Portugués, y oriunda de Eldorado, fue atacada en el inquilinato de calle San Luis y Catamarca.
Fuentes: El Periodista, Economis