Varios años después, en 1937, este centro formador de los aviadores militares argentinos, fue trasladado a la ciudad de Córdoba, donde se encuentra asentado actualmente.
Desde sus orígenes, la Institución fue considerada como un símbolo del progreso que había alcanzado el país, al compararlo con lo que ocurría en otras naciones avanzadas. Asimismo, abría nuevos rumbos a la labor de las demás Fuerzas Armadas, posibilitando extender de esta manera sus horizontes de acción.
En este nuevo milenio, la Fuerza Aérea se encuentra abocada no sólo a sus actividades de carácter netamente castrense sino que también responde a exigencias y necesidades de la sociedad al poner a su disposición medios aéreos que permiten responder con celeridad y eficacia ante situaciones de emergencia u otras que requieran su aporte.
Además, mantiene el liderazgo en la convocatoria de las misiones de paz desde principios de la década del «™60 destacándose actualmente su participación en Chipre, donde se cumplieron 20 años de presencia ininterrumpida y se alcanzaron más de 23.400 horas de vuelo. Esto se debe al aporte de un helicóptero Bell-212 y de dos Hugues 500, únicas aeronaves que utiliza la Organización de las Naciones Unidas en esta isla del mediterráneo.
En este sentido, entre los años 2004 y 2015 la Fuerza Aérea Argentina representó a nuestro país en Haití, mediante la labor desarrollada por la Unidad Aérea compuesta por dos helicópteros Bell 212 y el Hospital Reubicable -que aún continúa en funcionamiento-, elementos que, junto al personal de médicos, enfermeros y técnicos se han ganado el reconocimiento de Naciones Unidas.
Consolidando la política institucional a fin de incrementar la interoperatividad, estrechar relaciones y compartir experiencias y conocimientos que puedan ser capitalizados para mejorar el quehacer institucional, durante el intenso último año la Fuerza Aérea ha desarrollado una serie de actividades e hitos claves que marcan un antes y un después en su historia.
Este es el caso de la incorporación de dos nuevos helicópteros Bell-412 a la flota de la VII Brigada Aérea de Moreno; la reapertura de la Base Antártica Matienzo, luego de siete años, gracias al aporte logístico de los helicópteros MI-171E de la misma Unidad Aérea; la ayuda humanitaria brindada en las provincias de Córdoba y San Luis debido a las inundaciones ocurridas durante el mes de febrero y se recolectaron donaciones para los afectados que fueron trasladadas en un helicóptero Bell 212; la disposición de aviones Hércules C-130 para la búsqueda del velero argentino Tunante II a fin de ser parte de un operativo de búsqueda visual del área y la creación del Comando Aeroespacial del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas -a cargo de un oficial de la FAA- cuyo objetivo es brindar vigilancia y control del espacio aéreo. Un hecho reciente y destacable es la construcción de una nueva pista de aterrizaje en la Base Marambio cuya extensión la convierte en la más extensa de la Antártida y a Marambio en la única Base con dos pistas.
Asimismo, la Fuerza Aérea participó en una serie de ejercicios operativos y combinados como el «Salitre 2014″ que se desarrolló en la ciudad chilena de Antofagasta de manera conjunta con las fuerzas aéreas de Brasil, Chile, Estados Unidos y Uruguay con el fin de lograr interoperabilidad, cooperación y confianza de acuerdo a la experiencia común en el planeamiento y la ejecución de operaciones aéreas. El Ejercicio «Integrador 2014″, que se llevó a cabo entre la IV Brigada Aérea de Mendoza y la V Brigada de San Luis y se basó en operaciones de defensa, abastecimiento y asalto aéreo, rescate en combate, reconocimiento y búsqueda y salvamento bajo el concepto del empleo de grandes fuerzas con el objeto de integrar procedimientos y operaciones de todos los medios aéreos de nuestra Institución. Otro ejercicio fue el «Glaciar 14″ que tuvo lugar en la provincia de Neuquén; incluyó operaciones aéreas dentro de un escenario antártico simulado y sus integrantes se adiestraron en el abordaje y descenso del personal y material en aeronaves de alas rotativas, aptas para este tipo de ambiente geográfico.
Además, es sumamente destacable el festival aéreo «Argentina Vuela» que se realizó en la Base Aérea Militar (BAM) Morón para celebrar el anterior aniversario y que convocó a más de un millón de espectadores. Repercusión similar hubo en las Brigadas Aéreas de Mendoza y San Luis y en el Área Material Río IV, donde por el mismo motivo, se desarrollaron las tradicionales Jornadas de Puertas Abiertas.
Tras este breve racconto, en el que se evidencia un positivo balance anual, la Fuerza Aérea Argentina conmemora un nuevo aniversario afirmando con orgullo: «103 años custodiando el cielo argentino».