La conquista de la Copa América ante Brasil en el estadio Maracaná provocó un estallido de júbilo en los fanáticos argentinos que, apenas consumada la victoria de Argentina por 1-0 en la final, se dirigieron hacia las calles para desatar los festejos.

Minutos después de terminado el partido en Río de Janeiro, por distintos localidades de la provincia  comenzaron a sonar las bocinas de los autos en señal de procesión.

El estallido de los festejos se repitió en diferentes puntos del país.

El seleccionado argentino cortó esta noche una sequía de 28 años sin títulos, en la que había perdido siete finales, cuatro de ellas por la Copa América (2004 y 2007 contra  Brasil, 2015 y 2016 contra Chile) .