Sin el agua, nada podríamos hacer. Por eso, para mejorar procesos y para enseñar a preservarla en el tiempo, Aguas Misioneras y el Ministerio de Salud de la provincia se unieron para ayudar a mejorar los procesos de manipulación del agua en la elaboración de alimentos en Misiones.
Con una clara agenda común, la empresa estatal y el Ministerio vienen desarrollando, ya desde 2017, una serie de actividades a los fines de brindar herramientas de trabajo para las empresas de Misiones que envasan alimentos.
Estos objetivos comunes entre ambos organismos se vieron robustecidos el pasado 12 de julio, cuando el subsecretario de APS Dr. Norberto Sotelo y el gerente de Unidad Ejecutora de Uso de Agua, Mgter. Juan Pablo Galeano, firmaron un acta de trabajo- enmarcada en el convenio marco firmado en 2017- para continuar las acciones de control de BPM y calidad de aguas en la industria alimentaria y protección de los recursos hídricos de uso comercial que se venían desarrollando.
Se acordaron dos capacitaciones para el presente año referidas al conocimiento de las leyes 18284 y XVII-71 de alimentos y I-149 de protección del recurso hídrico misionero; destinados a las autoridades municipales y equipos bromatológicos. Y sobre estudios de laboratorio de control y calidad del agua.
Las mencionadas capacitaciones, que arrancan en septiembre, pisan fuerte. Uno de los objetivos es promover que las empresas accedan a estándares de calidad en cuanto a procesos de elaboración controlados, a los fines de preservar la inocuidad y calidad del agua de consumo humano y las utilizadas en los procesos de elaboración.
“Lo que buscamos es fortalecer la producción de agua para consumo humano y productos derivados, en condiciones inocuas, saludables y de calidad promoviendo su acceso y consumo”, explicó Federico Payes Monzón, jefe de la División de Alimentos de Salud pública.
Igualmente, el ciclo de capacitaciones busca acompañar a las empresas en el proceso de adhesión a la Ley Provincial I-149. La normativa le asigna a Aguas Misioneras las siguientes actividades respecto de todas las aguas del dominio público provincial: captación, envasado, distribución y comercialización. Ello incluye las aguas subterráneas, superficiales, pluviales y las del Sistema Acuífero Guaraní, siempre que no estén destinadas al abastecimiento de agua potable de la población de Misiones.
“Las capacitaciones constituyen una potente herramienta de mejoramiento de los procesos. Se trata de una instancia que sirve para igualar e intercambiar conocimientos y experiencias entre distintos actores de los municipios y de las empresas de diferentes rubros de la economía, que hoy están pagando por el agua que utilizan como materia prima en sus procesos productivos. Es una muestra de la reinversión de los recursos generados para la provincia”, destacó el gerente de la Unidad Ejecutora de Uso de Agua de la empresa estatal.
A nivel de los municipios, las capacitaciones estarán destinadas a las autoridades de bromatología y estarán enfocadas en las normativas vigentes de inscripción, las buenas prácticas de Manufactura, el rotulado, el Programa Federal de Control de Alimentos, las notificaciones y la gestión de retiro de alimentos.
Redes público- privadas para valorizar económicamente el agua y preservarla
Respecto al sector privado, se trata de capacitaciones para apoyar y acompañar a las empresas que manipulan alimentos y que hoy están abonando por el agua. Recordemos que a través de su Unidad Ejecutora de Uso de Agua, Aguas Misioneras valoriza económicamente el recurso hídrico, en todas aquellas actividades que directa o indirectamente usufructúan el agua (entiéndase toma directa de agua de río, arroyos o perforaciones) – no se incluye al agua de red – con fines económicos directos o indirectos deben a partir de ello empezar a pagar por su uso.
Las empresas que se incorporan al sistema de pago de Aguas Misioneras se encuadran dentro de la ley, a la vez que se suman al cuidado del agua y del medio ambiente; una pata muy importante dentro de los planes de sustentabilidad corporativa y de responsabilidad social ambiental.
Lo que se abona es el agua captada de pozos perforados con usos comerciales e industriales. No es una multa, no es un impuesto, es el cobro por el uso de un recurso que es del Estado provincial y que debe ser abonado como cualquier otra materia prima utilizada en los procesos productivos; para regular su uso, preservarlo en el tiempo y que continúe siendo un recurso sustentable, explican en la Unidad Ejecutora de Uso de Agua de esa empresa estatal.