Un jornalero identificado como Joel A. de 42 años residente en la Colonia Gua tambú de Mojon Grande, denuncio a la Comisaria haber encontrado a su mascota y mejor amigo, un perro de raza criolla, muerto en un pinar a la vera del camino.
Dijo además que el deceso no fue natural, ya que el can presentaba orificios similares a disparos de un arma de fuego, a la altura del pecho, pero no todo quedo allí, sino que un perro de su yerno también tenía heridas de disparos por un arma de fuego.
Las sospechas recaerían sobre un vecino de la zona, quien habría referido varias veces tener armas y no tener problemas en utilizarlas, todo a raíz de un viejo litigio existente entre ambos vecinos. La justicia ordeno pericias en el cuerpo del animal para poder determinar fehacientemente las causas del deceso y continuar con la investigación del hecho.