SAN MIGUEL DE TUCUMÁN.- Otra vez la tragedia, casi calcada, sacude a la familia Calliera. Hace 40 años, el padre de Álvaro y José Calliera, Aldo, murió cuando el avión en el que viajaba con otros tres pasajeros cayó en una zona montañosa de Catamarca. Ayer, sus dos hijos, junto con el piloto Miguel Urtubey Formini y Javier Zagaglia, fallecieron cuando el bimotor Beechcraft Baron-58 en el que iban se estrelló en un área próxima a la localidad de El Naranjo, 38 kilómetros al noreste de esta capital.

La de ayer fue la segunda tragedia aérea registrada en poco más de 48 horas. El domingo pasado, cinco amigos de San Vicente, Buenos Aires, que habían viajado a Mendoza, murieron al caer el avión que los trasladaba en una zona rural de La Pampa (ver aparte).

El Beechcraft Baron-58, matrícula N6926Z, había partido minutos antes de la 9 del Aeroclub Tucumán, ubicado en Horco Molle, Yerba Buena, 15 kilómetros al oeste de esta capital, y se dirigía a la localidad de Gobernador Garmendia, 89 kilómetros al noreste de San Miguel de Tucumán.

Otra tragedia aérea en poco más de 48 horas: murieron cuatro personas en Tucumán La aeronave se estrelló en una zona montañosa minutos después del despegue; el piloto y los pasajeros fallecieron en el acto; el domingo se registró un hecho similar en La Pampa imagen-1

Como el avión desapareció de los radares del aeropuerto a los pocos minutos del despegue, intervino la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA), que activó un operativo de búsqueda y rescate, del que participaron dos helicópteros. Cerca del mediodía, una aeronave privada avistó los restos del avión en la ladera del cerro El Timbó, en inmediaciones de El Naranjo, en el departamento de Burruyacu. Minutos más tarde, un helicóptero de la gobernación confirmó que se trataba del avión que estaban buscando desde la mañana y que, por razones que se investigan, se había estrellado en la ladera de la montaña. A causa del fuerte impacto, el Beechcraft quedó prácticamente desintegrado y sus cuatro ocupantes murieron casi en el acto.

Como el área montañosa en la que impactó la aeronave es de difícil acceso, los helicópteros no pudieron aterrizar. En consecuencia, bomberos de la provincia y personal policial y de Defensa Civil , junto con vecinos de la zona, estuvieron a cargo de las tareas de rescate. Al llegar al lugar, se encontraron con la aeronave destrozada y los cuerpos, calcinados y mutilados.

La Junta de Investigación de Accidentes de la Aviación Civil (Jiacc) fue notificada ayer del hecho y en las próximas horas deberá determinar cuáles fueron las causas. Según adelantó el subdirector de Emergencias de Tucumán, Juan Palavecino, las pericias preliminares demuestran que el avión, modelo 1984, se incendió luego del impacto. (fuente La Nacion)