La solidaridad no para de sorprender a Julio, luego de conocerse la empatía de los policías que ayudaron a arreglar su casa, distintos fueron los vecinos que le hicieron llegar donaciones a través de la Comisaría local
Al recibir víveres, ropas y elementos de higiene, Julio de 58 años no tuvo más palabras que de agradecimiento «me siento bendecido». dijo
Julio vive solo y debe cumplir con un estricto tratamiento por trastornos en el comportamiento, a menudo es llevado por efectivos policiales para ser medicado.