En uno de los mayores misterios por resolver de la biología, el cómo se llegó a eso, las mariposas realizan un truco extraordinario, en la fase de pupa la mayor parte de los tejidos de la antigua larva se rompen y disuelven –literalmente– para construir tejidos totalmente nuevos en la mariposa. Es la metamorfósis de las mariposas.
Y esto también ocurre en el cerebro. La mayor parte de los tejidos cerebrales se destruyen, pero lo interesante es que conservan las estructuras que se encargaban de enviar señales a los músculos para moverse. Y eso a pesar de que los músculos de la larva desaparecen por completo -porque pasan de un animal que se desplaza por el suelo a uno que vuela, así que esto tiene mucho sentido- .
Y no solo eso, diversos experimentos han demostrado que algunas mariposas retienen lograr) que las orugas de la polilla del tabaco (cuyo nombre científico es un buen chiste, Manduca sexta) reconocieran y tuvieran horror al olor del acetato de etilo (los exponía a este olor afrutado y les daba pequeñas descargas eléctricas). La mayor parte de las polillas adultas prefirieron evitar este olor. Aún no sabemos cómo conservan estos recuerdos. (Quora)