Una de las dos principales exportadoras de té de la Argentina junto a Casa Fuentes, esta empresa líder fundada en la primera mitad del siglo pasado por el inmigrante ruso Basilio Okulovich, comenzará a pagar por el agua que extrae de las napas subterráneas para sus procesos productivos.
Se suma así a otras importantes tealeras como Las Treinta y SANESA (familia Urrutia) y a una gran cantidad de empresas yerbateras, como La Cachuera (Szychowski), Piporé, Romance (Gerula), Grupo Kabour, Hoja Verde SRL (Grupo Kassab) o Flor de Jardín, entre otras.
El té es uno de los principales productos de exportación de Misiones. La infusión llega a múltiples mercados y esencialmente abastece a los Estados Unidos, primer comprador del producto misionero. Un dato sirve para ilustrar la importancia de este complejo productivo: Misiones le vende más té a los Estados Unidos que ningún otro país del mundo, incluyendo a China o India, también proveedores importantes de ese mercado.
A partir de ahora Don Basilio comenzópagar mensualmente por el agua que utiliza tanto en sus secaderos y fábricas de té como en otras unidades productivas del grupo empresario.
En este sentido, también el reconocido campo Camelias Golf comenzará a pagar por el agua. Se trata de un lugar por el que cada semana pasan visitantes de todo el país y otros lugares del mundo, un punto central en la llamada Ruta del Té.
Compromiso con el cuidado de los recursos naturales
De esta forma, esta empresa que da trabajo a cientos de personas, muestra su compromiso con la provincia de Misiones y su innovadora política de otorgarle al agua valor económico. Una gestión diseñada para generar recursos y también conciencia sobre la necesidad de cuidar este elemento fundamental, tanto para la producción como para la vida misma.
Desde el 2014 el Estado misionero comenzó a implementar una innovadora política de darle valor económico al agua, que lleva adelante a través de Aguas Misioneras S.E. Mediante el cobro de ese insumo vital a las empresas que extraen el agua del subsuelo a través de perforaciones o toman el agua de ríos o arroyos.
La provincia arrancó con esta política en 2014, al firmar los primeros acuerdos con las empresas más grandes, las de mayor capacidad económica y las que más agua utilizan para sus procesos: Arauco Argentina y Papel Misionero (controlada por Arcor). Estas fueron las primeras compañías que empezaron a pagar por el agua que utilizan de las napas o del río.
La política provincial se fue extendiendo a otros sectores y rubros. Uno de los primeros sectores en comenzar a pagar por el agua fueron las embotelladoras. Luego siguieron hoteles, establecimientos agroindustriales, aserraderos, madereras, empresas de servicios, constructoras y cooperativas.
El objetivo de Aguas Misioneras S.E es que todas las empresas que usan el agua como parte de sus procesos industriales reconozcan el valor económico de este insumo fundamental.
El agua es de todos
¿Por qué las empresas que operan en Misiones y utilizan agua (que no es de red) deben pagar por el recurso?
El agua, como el petróleo, es un recurso de la provincia y no del explotador o dueño de un lote. Así lo estableció la reforma constitucional de 1994. En el artículo 124 se incorporó un segundo párrafo en el que se estableció que “corresponde a las provincias el dominio originario de los recursos naturales existentes en sus territorios”.
En cambio, las familias están exentas de este pago. Hasta ahora se acordó el pago con 170 empresas, aunque se calcula que hay más de mil.
La ley I Nº 149 (antes 4519) fue la que asignó a Aguas Misioneras SE, el aprovechamiento lucrativo de las aguas de dominio provincial, comprendiendo a las aguas superficiales, subterráneas y del Sistema Acuífero Guaraní dentro del territorio misionero.
Además, en virtud de dicha ley, Aguas Misioneras S.E tiene asignada la comercialización de las aguas provinciales y por ello todas aquellas actividades que directa o indirectamente usufructúan el recurso hídrico (entiéndase toma directa de agua de río, arroyos, o perforaciones) -no se incluye al agua de red- con fines económicos directos o indirectos deben a partir de ello empezar a pagar por su uso.
Pagar por el agua es también una forma de cuidar y concientizar para el uso racional de un recurso que no solo no es infinito, sino que cada vez va a faltar más en la Argentina y el mundo. Incluso la provincia de Misiones, en algunas regiones, tiene importantes problemas hídricos.